por Claudio R. Delgado

Un grupo de escritores (Adolfo Castañon, Eusebio Ruvalcaba, Leo Mendoza, Ignacio Trejo Fuentes, Marcial Fernández, entre otros) a pesar de los difíciles momentos por los que atraviesa nuestra economía, se han lanzado a la aventura, junto con el ingeniero en sistemas José Raúl Santos y la fotógrafa Mónica Villa, de impulsar y difundir, con el apoyo de la vitivinícola Casa Osborne, la nueva Editorial Ficticia.

El nuevo sello editorial tiene como objetivo principal el de apoyar y difundir "la literatura breve (el cuento) escrita en español, en especial el cuento contemporáneo". Ficticia es un proyecto que nace originalmente en Internet, "como una ciudad virtual de cuentos e historias" de la comunidad literaria. Con el apoyo del artista plástico Diego García Gállego (fundador de la página virtual de la revista Paréntesis), los fundadores de la nueva editorial crearon un mapa de Ficticia, en el cual desde su creación se depositan historias o narraciones "diferentes."

Desde noviembre de 1999 hasta la fecha, en esta nueva editorial, según los fundadores, sus autores han aumentado significativamente, pues "en cuestión de meses en la página electrónica se han integrado" otros escritores, como Rafael Ramírez Heredia (de aterradores bigotes), Mónica Lavín, Alberto Ruy Sánchez, los argentinos Fernando Sorrentino, Patricia Suárez, Norberto Luis Romero, el colombiano Eduardo García Aguilar y el boliviano Víctor Montoya, entre otros.

¿Será Ficticia una nueva editorial que, al igual que el Fondo de Cultura Económica, Joaquín Mortiz, Porrúa, pretende ser, tanto en su sitio electrónico como en su forma impresa además de la más visitada, también la más vendida y accesible para las clases populares? ¿Este nuevo sello pretende levantarse como el sitio impulsor más importante de la "narrativa breve en español"? Tal vez, pero primero habría que ver cómo es recibida por los lectores y la calidad de sus escritores.

Este sello editorial cuenta actualmente con un grupo de 150 escritores hispanoamericanos que juntos conforman una "antología" de 500 cuentos, los cuales a través de Internet pueden también ser consultados.

Ficticia alentará a todos aquellos jóvenes escritores que presenten una obra de calidad y sean capaces de competir con las "grandes firmas del momento". Para dar a conocer el nuevo proyecto editorial impreso, se han editado tres libros, Borges y el Che, de Leo Mendoza, El teatro de carpa, de Flavio González Mello, trabajos con los cuales se inauguró la página electrónica de la editorial, y Ciudadanos de Ficticia, una antología de 17 cuentos en la cual están contenidos cuentos de escritores de México, Argentina, Colombia y España. Destacan cuatro narraciones, a pesar de los tropiezos que encontramos al momento de intentar su lectura, pues no hay página de este libro en que no haya las horribles erratas, pues cuentan con ingenio, originalidad y buen estilo narrativo, lo que nos lleva a la necesidad de mencionar cada uno de estos cuatro narradores.

El primero de esos cuentos lleva por título, "Humedad", de la mexicana Beatriz García Marañón; otro es "Canción de cuna para una mosca doméstica", del argentino Norberto Luis Romero; "Vestido de novia", del hidalguense Ignacio Trejo Fuentes, y "Artrhur Rimbaud visita el Tequendama", del colombiano Eduardo García Aguilar, quien logra pintar en su narración una bella estampa de nuestros modernistas más importantes.

Sea pues bienvenida la nueva propuesta editorial que los miembros de Ficticia hacen a sus lectores, la cual, sin ser una publicación pretensiosa, posee un diseño atractivo que hace de sus libros la necesidad de otorgarles un voto de confianza y augurarles un risueño porvenir e el difícil mercado editorial dentro del cual ha sido este uno de sus iniciales trabajos.

Artículo publicado en el suplemento Arena del periódico Excélsior el domingo 6 de enero del 2002.