La literatura llegó a mí para salvarme la vida: para salir de mi primera depresión a los 22 años de edad, y para ser mi eje y punto de cordura de ahí en adelante. Empecé a escribir sin proponerme ser profesional, sin embargo, pronto comprendí que no podría concebir la vida sin la escritura, y decidí estudiar y tratar de ser mejor. Tuve la fortuna de contar con becas como la del INBA, donde conocí a Daniel Sada, quien desde entonces ha sido mi maestro y, sobre todo, amigo muy querido; luego fui becaria del Centro Mexicano de Escritores, donde Alí Chumacera y Carlos Montemayor fueron tutores extraordinarios, de quienes aprendí muchísimo; finalmente la beca de Jóvenes Creadores del FONCA me ayudó a definir qué clase de escritora quería ser, y fiel a mis inquietudes he caminado desde entonces. La primera vez que publiqué fue en Etcétera, en su número de estreno, y a partir de ahí tuve suerte, pues se me abrieron poco a poco las puertas para publicar en muchos otros medios. Mis años en el diario Uno más uno (de 1993 a 1999), bajo la tutela del insuperable Huberto Batis en sábado, me enseñaron a pisar fuerte. La disciplina aprendida en el Colegio Alemán desde el Kindergarten hasta la Prepa, ha sido mi mejor herramienta de trabajo.

               En realidad, yo quería ser actriz, y no abandoné ese sueño mientras escribía: estudié la carrera de actuación con Raúl Quintanilla en el desde hace tiempo fallecido Núcleo de Estudios Teatrales, y con Héctor Mendoza y Ludwik Margules en varios cursos independientes; actué en varias obras de teatro, telenovelas y cortometrajes en México DF --Sergio Jiménez fue mi admirable guía para incursionar en el misterioso mundo de la televisión--, y hasta produje y estelaricé una puesta en escena (Ellas solas, en compañía de la talentosa actriz y dramaturga Carmina Narro), que disfruté muchísimo, pero cuando decidí marcharme de México supe que lo único que podría acompañarme siempre sería la metafórica pluma.

               Ahora soy mamá de Ivana Inés y Natalia María, gemelas idénticamente hermosas que están por cumplir cuatro años de edad, este año celebraré mi quinto aniversario de matrimonio (feliz), y vivo en Canadá, donde estoy terminando una Maestría en Literatura Latinoamericana en la Universidad de Toronto. Tengo dos novelas en estado de primer borrador, una en español y otra en inglés, y sigo escribiendo cuentos cada vez que logro escaparme de las garras académicas, que por ahora me tienen presa pero fascinada. Mi colección de cuentos "A todos los voy a matar" (Ediciones Castillo) contiene mis primeras historias, escritas entre 1993 y 1998, algunas ganadoras en concursos internacionales (por ejemplo, el certamen Miguel de Unamuno de Salamanca, España, en cuyo volumen de ganadores aparezco antologada con Juan Manuel de Prada). No olvido mi amor por el teatro, pero ahora es más bien nostalgia: mi interés primordial es seguir escribiendo, estudiando, dedicando cada segundo libre a la lectura y a la creación, y a ver crecer a mis hijas, ojalá, a la par de mis futuros libros.

 

	Sus cuentos en Ficticia:
	Día de plaza Cárcel/Presos Políticos
	Las siete Marías Hospital/Maternidad

Publica por primera vez en Ficticia el: 07/Mar/05 

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