Eutanasia

Rebeca Mata

Cada vez que abría la puerta se sobresaltaba. Al comprobar que todo estaba bien le volvía la respiración al pecho. Esa noche, el olor a humedad y la pesadez del ambiente le golpearon el rostro antes de meter la llave en la cerradura. La tortura, el dolor y el asco, le mojaron las manos. La trama de la alfombra se continuaba en hilos de sangre que llegaban hasta la mesa del comedor. Allí, las cartas póstumas de siempre teñidas de rojo oscuro. Ángel no hizo ningún ruido. Al fondo, perfiló sus hombros y su talle fino. Las gotas que escurrían de sus blancas muñecas agrandaban poco a poco el círculo en el que permanecía sentada. Se preparaba para marcar el teléfono y repetir: "Ayúdenme, he intentado suicidarme, me desangro." Luego la ambulancia llegaría para reiniciar el tormento de Sísifo. Ni el psiquiatra, ni los amigos, habían podido sacarla de la depresión. Cuando él mencionaba la posibilidad de partir, Dánae amenazaba: siempre cumplía su promesa. En ese momento, por fin decidió liberarla. Retrocedió en silencio. Salió de la casa y desconectó el cable del teléfono.


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* Derechos de autor del autor. Publicado en Ficticia con permiso del autor, el: 07/Mar/05
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