Preferencia de la ex sirénida
Will Rodríguez
Despertó en la playa, complacida por la ausencia de su cola: dos largas y bronceadas piernas la sustituían. Aún desnuda, corrió hacia el puerto para encontrar al marinero amado. Durante la búsqueda entró a la taberna y los hombres, incrédulos, se lanzaron sobre ella para manosearla. Un joven de brazos fuertes, enamorado a primera vista, repartió golpes entre sus adversarios y se la llevó al hostal. Meciéndose en la hamaca, ella le preguntó acerca de ese marinero por el que tanto rogó a Poseidón que la dotara de piernas. El joven, mostrándole su cuchillo, confesó que aquél había muerto la noche anterior, que él mismo lo había matado en defensa del honor de su hermana más pequeña. "Quédate conmigo -suplicó-, también soy hombre de mar: si quieres, mañana te compro unas aletas y un esnórquel para que me acompañes a sacar perlas. Verás qué hermoso es el océano". Entonces ella soltó una salada gota de resignación, encendió su primer cigarro y se dirigió a la taberna.
* Derechos de autor del autor. Publicado en Ficticia con permiso del autor, el: 03/Jul/04