Ficticia Comunidad Literaria: Cuentos, Historias, Narraciones, Relatos, Crónicas escritas en español
EDITORIAL DE FUNDACIÓN


 

Ficticia Comunidad Literaria: Editorial

     Ficticia, según diccionarios y enciclopedias, es un ave que, en ciertas regiones de México, emite un canto parecido a la eternidad. Son muchos los aventureros y naturalistas, desde Quetzalcóatl hasta Alexander von Humboldt, que han intentado atraparla, pues la leyenda señala que de lograr enjaular su música, el captor logra su propia inmortalidad.

Ficticia por Mónica Villa      Casi extinta a principios del siglo XX por un fenómeno no del todo explicado, todavía en regiones apartadas, en la selva lacandona, en la sierra tarahumara o en la zona del silencio, hay indígenas que dicen haber soñado con tan melodiosa voz, y al despertar son capaces de contar las más extrañas y fabulosas historias.

            Son muchos los anecdotistas que le dan a la rara avis la cualidad de dios, pues entre los aztecas, invocar su plumaje, cegador de tan espléndido, era punto de partida para la conversación alrededor del fuego. Por lo que su imagen fue tanto o más importante que las deidades de la agricultura, de la fertilidad o de la guerra, ya que, suponían, era igualmente valioso comer, reproducirse o ir a la batalla, como el tener de qué hablar.

            De esta manera, en Ficticia se puede descubrir la primera alianza entre los antiguos y sus cuentos, reales o imaginarios, sus relatos, sus narraciones, sus informes, sus explicaciones, sus embustes...

            Por todo ello, por seguir siendo lo que fuimos, por ser desde siempre lo que somos, le damos a esta nueva ciudad tal nombre, porque sin importarnos que los mitos sean verdaderos, son verdaderos en tanto los recordamos, en tanto, cual sinfonía de esta ave, evocan un trozo de eternidad.

            Ficticia, asimismo, no busca otro afán que volver al primigenio afán de la literatura: contar historias interesantes por el simple placer de contarlas, como los vitivinicultores que gustan tener a su mesa a una horda de mágicos y sedientos bebedores.

            De tal suerte, nuestra Ficticia, etérea y mágica, se encuentra en cada palabra que aquí se edita; toca a los internautas oír su canto... Y ahora que vamos despacio, como dijera aquel viejo estribillo de la infancia, vamos a contar...