LOS BARCOS DE VALERIO
Los protagonistas de Travesías en barcos de papel son los libros. Su presencia, o ausencia, marca el destino de Roberto Valerio quien rememora la vida de su familia que tres generaciones atrás decide abandonar el sur de Italia. Y es, precisamente, por la carencia de un atlas y del hecho de no saber leer, que Antonio y Almerinda, sus bisabuelos, se dirigen a Escocia y no a Nueva York como tantos otros.
La familia inicia una nueva vida en torno a una cafetería, el fútbol y el whisky que bebe Antonio. En esos primeros años el segundo hijo de la familia, Doranto, David en su capacidad de escocés, se entera de que Dante es su presentación en la escuela. A partir de ese momento los libros y el futbol ocuparan todo su tiempo hasta que decide estudiar medicina, se casa y tiene ocho hijos. Conforme su familia crece, los libros amenazan con desalojarlos hasta que finalmente, cuando todos se van, ellos reinan por todos los rincones de una casa muy pequeña.
Y es en este momento cuando empiezan las travesías, mientras el abuelo se encuentra enfermo en el hospital, los hijos y nietos regresan de todas partes para acompañarlo. Y lo que descubren es una casa habitada por libros y entorno a ellos empiezan a exorcizar los fantasmas y a gestar las memorias de esas hojas de papel que marcaron la vida de todos ellos. Los libros les sirven de guía para completar juntos el último viaje del abuelo.
El pequeño Roberto mientras disfruta los juegos de cuenta cuentos de sus tíos que amenazan con nunca acabar descubre la verdadera pasión de Dorante. Años después, él se encargará de cerrar el círculo. Inmigrante en una tierra poblada por libros, los desarma, los conquista, los cataloga...
Travesías en barcos de papel es una invitación a viajar.
Mónica Villa
Noviembre del 2000
