por Omar Heberett.

A dos años de s nacimiento, por iniciativa de Marcial Fernández, existe ficticia.com, un portal dedicado exclusivamente a la narrativa en formato electrónico y cuyo acervo rebasa cualquier expectativa. Planteada como una ciudad imaginaria -que realmente es- Ficticia recorre la gama íntegra de países en habla hispana por las contribuciones de numerosos escritores, quienes han conformado una vanguardia en el universo editorial mexicano.

Lo anterior puede sentirse ampuloso, pero la vida del portal como un núcleo concentrador del trabajo de diferentes creadores, por añadidura, ajenos entre sí, equivale a la instalación y buen uso de un recurso electrónico que se criticó por la falta de permanencia y carencias en el rigor editorial.

Afortunadamente, con Ficticia no ocurre lo mismo; de hecho puede hablarse del portal como el sueño de todo editor vuelto realidad.

En primer lugar, se trata de un espacio desde el que, por vía de una serie de lectores interesados en sus contenidos, la obra, por pequeña que resulte, puede ser dada a conocer sin la emisión de un gasto significativo, como sucede en el caso de la publicación de una plaquette o antología. A su vez, hay un foro electrónico que cumple las veces de taller, en el que se presentan comentarios acerca del trabajo de los participantes, cosa que incrementa sobremanera el valor del portal, pues de la misma forma que permite la lectura, se propone la escritura como un aspecto fundamental a cuidar.

Ahora, más allá de la existencia del portal, apenas durante la primera semana de noviembre, Ficticia dio s primer salto hacia el formato impreso, con la presentación de tres tomos compilatorios del trabajo de sus participantes. Con ello, la colección Anís del mono se introduce en librerías, a la vez que por ventas mediante un depósito bancario equivalente a un giro postal.

No obstante, tal cual reza el lema de Ficticia, se trata de un sitio dedicado única y exclusivamente a la narrativa, no hay paso ni lugar para poetas. Ya sabe a qué atenerse si cruza sus vínculos en esa dirección.

Artículo publicado en la revista www.ulalupa.com Año II No. 20 Diciembre del 2001.