Arrabalero
Óscar Cossío
Encerado, pulido parqué refleja tu sombra. Entrelazada, junta, revoltillo con tantas otras. Largas, melancólicas notas de bajo, violín, desgarradoras de bandoneón, dan fondo a complicados arabescos. Cielo de espejos enmarca cuerpos absortos en seguir ritmo de tangos, cantan amores perdidos, sufrimientos inventados por almas añorantes de tormentos nebulosamente fingidos. Oídos finos, ojos milongueros. Una y otra y otra vez entrelazas púdica pierna en sensuales intenciones. Suda tu alma hasta doler los músculos.
No te sacias, más quieres exprimir de la vida, sufrir ajenos sufrimientos, vidas ajenas.
Se acaba. Inevitable. Vuelta a ésto, inescapable, tu realidad. Vuelves, largo rato te contemplas al espejo de tu inexpresable ritmo, empaños, rompimientos.
Largo, largo, largo tiempo.
¡NO! ¡NO LO HAGAS!
Crispas el puño. Rompes en innumerables astillas tus recuerdos. Queda sangre, espinas-cuchillos de vidrio enterrados en la mano. Recuerdos completos en cada fragmento.
* Derechos de autor del autor. Publicado en Ficticia con permiso del autor, el: 05/Ago/00