Espacios Vacíos
Sergio Santiago Madariaga
22:01:93:01: (PLAY) Un cuarto de diez por quince por tres metros, paredes blancas, luz artificial: una rata blanca dirigida hacia un objetivo especifico situado en una zona no definida, sin ningún color distinto, ningún olor, ninguna señal. El animal ha realizado treinta y dos intentos para aprender cuál es su objetivo, cuál es la tonicidad muscular correcta, cuáles son los saltos y ángulos precisos, cuáles son los tiempos perfectos, la invisible señal de peligro. La maquinaria es aleatoria, se adapta, comprende que el animal conoce, que ha aprendido el camino correcto y crea un nuevo laberinto. Sus paredes eléctricas son invisibles, cuando el animal lo intente de nuevo recibirá descargas cada vez mayores conforme cometa errores.
Ninguna criatura ha durado viva más de seis horas.
Desperté repentinamente a las tres de la madrugada y comencé a ejercitarme frenéticamente, me poseía una gris sensación de euforia. Renací, en medio del líquido tibio del aire que me rodeaba, miré hacia la ventana y vi un mundo abandonado, la silenciosa carretera desde el sexto piso.
He visto demasiado, siento una extraña ansiedad, pienso en el futuro. Intento recordar algún momento en el que haya poseído realmente algún nombre, ser reconocido bajo este mar de rostros...
12:01:95:46: (PLAY) Sueño, entre más sueño más despierta estoy, las imágenes son cada vez más claras, las voces, los rostros, incluso un viento suave, salino; la brisa del mar... allá afuera hay quienes lucen preocupados por mí, pero no me interesa, no me interesa nada... sólo soñar...
09:02:96:54: (PLAY) En medio de una multitud me invade un terror irracional a volverme invisible, tomo una aguja que tengo en un bolsillo y la clavo en la palma de mi mano. Al sentir dolor, al ver mi propia sangre, sé que realmente estoy aquí.
03:01:97:63: (PLAY) Lograron mantener viva la cabeza separada de un gato domestico por más de noventa minutos.
El equipo utilizado quedó inservible.
02:05:98:66: (PLAY) La Vida, la enfermedad y la Muerte constituyen una trinidad. La antigua continuidad de las obsesiones milenarias está rota; colocaban en la vida la amenaza de la enfermedad y en la enfermedad la presencia de la muerte: en su lugar, se articula una trinidad donde el proceso supremo es la Muerte. La Muerte es quien muestra las conexiones, desplegándolas, y hace germinar la belleza de la génesis en el proceso de putrefacción. La mirada humana no es ya la de un ojo vivo, sino la mirada de un ojo que ha visto a la Muerte, el ojo que libera la vida.
La Muerte ha abandonado su antiguo halo trágico; hela aquí transformada en el núcleo lírico del hombre: su invisible verdad, su visible secreto...
02:05:98:67: (PLAY) La luz del deflector sobre el cuerpo de la actriz produce una larga sombra sobre la ondulante tela blanca. En un momento impreciso el ejecutor sonríe y le exige que se cubra los ojos con una venda. Ella, vestida de blanco, se dispone a interpretar un largo monologo en el que representa a una mujer ciega. Los años se entrelazan y exigen un mayor impulso muscular, ella no puede comprender el intrincado monólogo. Detrás de la tela, una pantalla de nueve por nueve monitores proyecta su imagen en negativo blanco y negro, su silueta negra sobre un fondo blanco. En su mente, a falta de imágenes reales, surgen todos esos rostros familiares, algunas palabras se filtran mientras la música oscila incesantemente a su alrededor e incluso vislumbra luz. El silencio la rodea por un momento, por un instante que la divide en dos mitades perfectas: Venus Ciega en Babel.
02:05:98:68: (PLAY) No he podido soñar, sólo siento palabras vociferadas en la oscuridad. Cuando viajo a través de una multitud puedo ver los lazos fraternales tanteantes que no me unen a nada. Me desvanezco en los medios masivos, en las palabras de las paredes corroídas, en las conversaciones que puedo percibir, en los actos sexuales simulados de las películas y programas televisivos. ¿Qué tan profunda es la oscuridad? ¿Qué tan profunda es la oscuridad? ¿Qué tan profunda es la oscuridad? ¿Qué tan profunda es la oscuridad? ¿Qué tan profunda es la oscuridad? ¿Que tan profunda?
02:05:98:69: (PLAY) Sustracciones y adiciones, fragmentos dispersos, la violencia acumulándose en la memoria de mi especie. Un nuevo proceso irracional almacenable, medible, pesable, factible, testificado, clasificado en
el único medio de evitar el horror es abandonarse a él, es tal el vacío de lo humano que, fuera del ser que existe por sí mismo, nada existe más que lo que no existe y desea existir. Mí única muerte no fue más que un ala negra sin cuerpo, sin
lágrimas y sangre, garras y colmillos, el sonido y la furia que crece con la multitud, el rostro anónimo que desata todo deseo de venganza. Aún te amo Medea
Lo que no existe y desea existir, engendrado en mí miedo y ansiedad, bajo la desolación de una Luna Negra. Un proceso críptico, un proceso que
De cualquier forma estamos enfermos.
Pero creo que el momento más feliz de mi vida fue cuando me di cuenta, finalmente, de cómo lograr que nadie vuelva a dañarme...
Anoche, cuando los electrones barrieron completamente la pantalla del televisor diez veces por segundo se generó una ilusión de movimiento. Las imágenes animadas representaban un momento capturado apenas cinco horas antes, entre veinte y treinta jóvenes de menos de dieciocho años encerrados en una celda de diez por cinco por dos y medio metros, acusados de destruir una patrulla policíaca y de varios asesinatos por linchamiento (sin pruebas, sólo quedaron encarcelados veinticinco horas).
Del lado izquierdo, en un territorio bien definido de tres por cinco metros, una mujer de diecisiete años, tez demasiado pálida, cabello y labios rojos, ojos y pantalones deportivos negros, una camiseta blanca de algodón manchada de sangre (el contorno nítido de una mano vacilante), se acercó a la reja y la golpeó con una experta patada alta, dejando claro que ella había permitido en todo momento su arresto. La cámara estaba fuera de su alcance durante el golpe y aun así tembló, el rostro de la joven tan deformado por la rabia que apenas lucía humana. En una fracción de segundo regresó a la esquina izquierda del fondo de la celda y envió un beso lleno de odio a todos los que podían mirarla.
Si se apaga la televisión en ese instante, se forma en el centro un punto compuesto de pixeles rojos y blancos, rodeados de un inabarcable negro del vacío de poder.
Rojo, blanco y negro, los colores en una botella del refresco más vendido de este mundo. Ese mismo día, una variante de la sonda de investigación volcánica Dante encontró en el abismo marino de Benzegeüse, Groenlandia, a una profundidad de dos kilómetros, una enorme planicie que al ser barrida con la potente luz del instrumento reveló un paisaje de belleza ultraterrena: cientos de latas de aluminio aplastadas por la brutal presión, la mayoría intactas en sus colores originales (rojo, blanco y negro), sedimentándose desde hace décadas en está región, preservándose prácticamente mientras exista el mundo. Latas y tecnología en una región donde ningún ser humano podría sobrevivir.
Después, durante el sueño de sus compañeros de celda, la mujer extrajo una delgada ampolleta de FHD oculta en su cabello artísticamente quemado, el tipo de ampolleta que usó es muy barata y popular en el primer mundo porque está empaquetada a alta presión y la boca de la botella es una aguja hipodérmica. Al oprimir la parte inferior de la botella se rompe el vació y el líquido fluye hasta la última gota, penetra en la vena hambrienta. Ella prefiere la parte posterior de la articulación de la rodilla porque no deja casi marcas: su cuerpo es su dios, su templo, su altar de sacrificios.
El FHD es un ataraxico, es un estimulante militar que ayuda a cohibir los impulsos naturales de autopreservación y compasión. Un excelente catalizador de violencia, da un impulso extra a la capacidad muscular normal y elimina la sensación de cansancio. No produce adicción pero sus efectos desaparecen después de doce horas en dosis máximas de un centímetro cúbico. Su síntesis es cara, pero en ciertos círculos mundiales, financiados por oscuros intereses industriales se distribuyen cientos de dosis casi gratuitamente. No es eliminado totalmente por el cuerpo. A través de los años, grandes moléculas de FHD se sedimentan en el cerebro resultando una asimilación corporal permanente del efecto narcótico, una sensación constante de inexistente poder sobrehumano que conlleva a un suicidio frenético o una hemorragia cerebral masiva.
La prisionera sabe qué hacer para matar o morir indoloramente: un corte profundo en cualquiera de las masas musculares que se hallan bajo las orejas liberan una hemorragia imparable, bajo el mismo efecto de vacío que libera su droga de la ampolleta.
La sonda Dante no captó rastros de vida en la región roja, blanca y negra; ni siquiera vida microscópica, un silencio físico y orgánico se expandió en todas direcciones, a ocho kilómetros por hora, durante más de seis horas.
Ambos abismos son idénticos.
¿Hasta cuando vas a soportarme? Toda esa vida dedicada a la debilidad, esperando que alguien haga algo por mí, frente a un espejo mírame a los ojos y repíteme las mismas mentiras que dices a los demás. ¿Puedes ver el brillo de odio que nace en mí a partir de mí? Cuánta verdad brota de los labios de este dictador químico al darme la sumisión que necesito tan desesperadamente, cuánta furia emerge de sus falanges neurotóxicas. ¿HASTA CUÁNDO VAS A SOPORTARME?
09:08:98:90: (PLAY) Bajo los árboles muertos dos lobos mezclaron su sangre... fragmentos de carne arrancados de sus hocicos mutilados... el miedo a ser tocado por lo desconocido... la risa idiota de los dementes atados a sus camas de alambre y acero quirúrgico... las imágenes que te conforman... rojo negro blanco... el contorno de una vena lacerada, un absceso supurante, el ardiente silencio orgánico rojo negro blanco del líquido hambriento abismo de tus sensaciones de euforia y poder inagotable...
...en el cielo de la noche grita un rostro petrificado... llueve sangre aún viva...
...porque nadie puede dañarme...
(STOP)
Sí, ella tenía abscesos en todo su cuerpo, pero pienso que ese era su problema. Era su cuerpo, era su vida...
Es verdad que el poder que la animaba era químico. Pero decir que ella no sabía lo que hacía es mentira, podía resolver qué hacer en uno o dos segundos, podía moverse a velocidades casi inhumanas... pero no hacía ruido, no gritaba, nada. Es verdad...
¿Un tatuaje de una escolopendra en su espalda? Es verdad, la vi desnuda varias veces...
Se teñía todo el cuerpo de blanco, el cabello de un rojo intenso. Y sus ojos repentinamente brillaban en la oscuridad, aún no sé por qué...
Usaba la videocámara, la vi varias veces dirigiéndose al aparato, y la vi estudiando atentamente las grabaciones. Cuando una imagen, un acto, hacia mella en su mente, ella lo grababa. Hay varios fragmentos de libros en las grabaciones. Las fechas... las fechas son correctas, los números de registro también lo son...
La voz con que habla en sus grabaciones es muy distinta a la que ella usaba normalmente, excepto a veces, repentinamente. Su voz era siseante, casi sin volumen, pero era muy estridente. Siempre me imaginaba un cristal fragmentándose en un suelo de mármol. Pero la voz de las grabaciones... esa voz es distinta, es, ¿cómo decirlo?, es humana...
¿Cómo es que pude vivir tanto tiempo junto a ella? Tampoco lo sé. Pero para mí fue un largo sueño, una pesadilla lúcida con un final incierto. Vi lugares, personas que ni siquiera hubiera creído que existieran, todo el tiempo estuve drogado. Pueden preguntarme cuánto tiempo fue, no lo sé... ¿mi vida anterior...? Normal. Una noche la calle, el cielo, todo se expandió en todas direcciones, y grité, algo me devoró por dentro, y la seguí hasta este día.
¿Su nombre? No sé su nombre...
19:10:98:99 (PLAY) ...estoy cansada, si pudiera verme como soy en realidad me percibiría como una silueta dentro de un cuerpo. Cada vez me duele más, el tiempo me recorre. Cuando veo el ardor en mis ojos moribundos... mi debilidad crece.
Un cuerpo no se comprende a sí mismo, un alma nunca termina de explorarse, el cielo que se expande siempre fue infinito. ¿Cómo logras percibir lo infinito? A través de lo enloquecidamente inmenso.
Todo espacio puede expandirse y se expande.
Mi vida crece, ocupa cada vez más y más espacios, consumo vida, la carne y la sangre que he asimilado... huesos y materiales orgánicos. Más y más y más y más... mi aprendizaje fue lento, gradual, pero cuando la revelación, el deleite y el delirio llegaron ya no significaron nada, nunca significaron nada.
Hazlo, hazlo ya...
(STOP)
GRACIA Camino hacia el interior del jardín de la casa en ruinas y penetro por la puerta. No recuerdo abrirla. Bajo las escaleras en espiral y siento el calor intenso que proviene del sótano. Veo el brillo de 300 watts de seis deflectores colgados en las paredes que se encuentran frente a La Máquina. La Máquina es una caja cúbica de metro y medio de ancho cuyo interior está forrado de espejos de doble vista. Ella está adentro. Desnuda. En posición fetal. Revolcándose. Se está asfixiando en el interior desde donde no puede verme. No puede ver el exterior. Sólo imágenes de sí misma multiplicándose al infinito. La luz expandida a su alrededor a través de las aristas ligeramente abiertas de la caja. Le habla a la videocámara. No entiendo lo que dice. Sólo comprendo la última frase. Hazlo ya. Y conozco mi deber: abro la caja. Coloco la cuerda en la polea y ato fuertemente sus tobillos. Envuelvo su cuerpo en plástico negro. Engrapo y uso cinta aislante para fijar el contorno. Dejo su cabeza al descubierto. Ella ahora pende y sólo su cabeza está dentro de la caja. Sigue hablando. Pero no puedo comprender nada. AUN TE AMO MEDEA. Mis manos hurgan en sus ropas abandonadas en una esquina del sótano. Encuentran una navaja. Me acerco a ella y corto ligeramente una región del cuello. La sangre brota. No puedo respirar. Me asfixio. La muerte de mi primera víctima. Mi Maestra. Mi Amo. Sus ojos se dirigen a sí misma. Reflejando la multiplicación de la imagen de su propia muerte. Me siento y dejo que mi vista descanse en el incesante goteo sanguíneo al interior de la caja. Pasa el tiempo. Su mirada se apaga... sólo entonces comienzo a respirar normalmente... el letargo termina repentinamente... apago los deflectores uno por uno... desconecto todo y me repliego en la oscuridad de una esquina... tengo frío... y miedo por el futuro...
Lentamente comienzo a llorar. El cuerpo del Amo, como todos los cuerpos, finalmente deja un vacío. Algo intangible se ha ido para siempre. Los espacios vacíos entre los límites indefinidos de todas las víctimas y su único ejecutor...
* Derechos de autor del autor. Publicado en Ficticia con permiso del autor, el: 10/Jul/00