Objeto de Poder

Para Jorge Oropeza y Angélica Munguía

Amèlie (Dakiny) Olaiz

Aurora se quedó en silencio frente a la televisión. El enojo inició la ebullición al unísono del cambio de canales, la presión en su interior aumentaba con desmesura. Se sintió como una olla express a punto de explotar.

...¡Objeción!- a lugar, el fiscal no tiene derecho a... estabas jugando con ambos lados... el fuego causó severos daños en el área... ¿por qué no quieres que participe en la cosa más importante de tu vida?... esto es un crimen el que me... excelencia este hombre provocaría violencia entre... ¿Estamos listos para despegar?... ¿qué diablos me está pasando? ¡sáquenme pronto de aquí!... Nunca estuviste en control, sólo creíste que lo tenías...

-¡Qué pares dije!, dame acá ese maldito control.

Aurora le arrebató el control y dirigiéndolo hacia Pepe, apretó la tecla "poder". Un silencio extraño llenó el ambiente. No podía creer lo que veía; ahí estaba su marido tan quieto como una escultura, con la boca abierta, el entrecejo fruncido y la mano levantada. Por mas que le pidió que dejara de jugar, el tipo permanencia totalmente congelado, ni siquiera respiraba. Con mano temblorosa y con expresión de terror volvió a oprimir la misma tecla.

-¿Qué haces con el control en la mano?, dame acá, ¿qué te pasa mujer?, estás pálida, pareces muerto, mejor ve a la cocina a tomar algo.

- Sí, sí, creo que tienes razón, eso sería lo mejor.

Regresó de la cocina y se quedó en la cama, como autómata, al lado de su marido.

...esta novedad, podrá cambiar su vida... usted no es una señora, es el alguacil... no mas remedios que no sirven, utilicen este producto...

Días más tarde tenía, el novedoso descubrimiento, tan bien dominado que ni ella misma lo podía creer.

Cuando su marido hablaba de futbol, le reclamaba gastos excesivos o se pasaba de copas, sacaba su control, lo dirigía hacia él y le cambiaba la programación de canales. Cuando la sirvienta quería irse, oprimía canal previo. Si los niños gritaban mucho, les bajaba el volumen; si hacían berrinche, utilizaba "mudo". A partir de ese día pudo ver todo lo que se le antojó en la tele, hablar con sus amigas sin ninguna interrupción, las sirvientas le duraron años y hasta el perro dejó de ladrar.


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* Derechos de autor del autor. Publicado en Ficticia con permiso del autor, el: 06/Nov/00