El pez zancarrón
Armando Gutiérrez Méndez
En De animalibus, Tabariensis nos da noticia de un pez que se alimenta de carroña: “La voz del hombre cuando el alma deja su cuerpo no desaparece, viaja por el aire de un extremo a otro del mundo y se esconde en las aguas muertas del lago Asfaltites, y cada vez que una serpiente grita al deshacerse de su piel, las voces escondidas se despiertan, se revuelven como helmintos, se muerden unas a otras e impregnan el aire de un pestilente olor a carroña, entonces se escucha un sonido, como el que produce un bastón al chocar contra el suelo, y en el horizonte aparece el contorno negro de un pez ciclópeo que camina con zancos y otea tristemente la playa con la esperanza de encontrar carne corrompida, pútrida, plena de infección y de gusanos”.
Este cuento pertenece al libro El rehilete publicado por Ficticia Editorial y está disponible en la Librería.
