Radiación Blanca
Juan Manuel González
En un sistema solar de una de las galaxias más pequeñas del joven universo, una civilización con tecnología sumamente avanzada vivía los momentos más dramáticos de su existencia.
La civilización había logrado superar obstáculos sumamente difíciles como el hecho de tener que sobrevivir en un planeta demasiado cercano al sol de su sistema. Para lograr esto se había implementado una megaplataforma sobre la cual estaba montada su poco numerosa población. Esta megaplataforma tenía la particularidad de flotar sobre la superficie del planeta, favorecida en parte por la poca gravedad. El movimiento de dicha megaplataforma era tal que siempre se desplazaba en sentido contrario a la rotación del planeta y se ubicaba exactamente en el horizonte, permitiendo así poder utilizar parte de la energía del astro sin que esto representase ningún peligro para la población. En realidad biológicamente eran bastante resistentes a las radiaciones provenientes del espacio gracias a una piel bastante áspera y gruesa. La evolución les había provisto de esta y otras defensas útiles para adaptarse a un medio tan hostil.
Los enormes avances en materia de viaje hiperespacial los habían puesto al borde de la colonización de otros lugares muy lejanos del universo. Sin embargo este proyecto no habría sido abordado con desesperación de no ser porque la comunidad científica descubrió que un enorme cometa había sido desviado por el campo gravitacional de un agujero negro recientemente formado. La noticia de que la nueva trayectoria de dicho cometa culminaba justo al estrellarse con su planeta motivó a toda la comunidad a acelerar la culminación de la construcción de una macro colonia espacial.
Quizás uno de los aspectos más sobresalientes desde el punto de vista evolutivo era la conducta que cada individuo seguía. Pareciera estar programada de tal manera que el conjunto de los esfuerzos de la comunidad fomentaba el éxito de su civilización. El contacto entre diversos individuos sólo era necesario si con ello la civilización daría un paso adelante. No existía ninguna clase de sentimiento tal y como los conocemos nosotros. Sin embargo esto no era tan horrible ya que gracias a esto todas las capacidades físicas y mentales de los individuos estaban encaminadas a lograr un objetivo común: la culminación de la colonia espacial.
Una doctora de renombre en el Centro de Investigación Molecular (dedicado al mejoramiento de la especie) había descubierto por error una mutación estable en cierta secuencia del ácido desoxirribonucleico. Sabía que la acción de este ácido determinaba todas las características de un individuo, tanto físicas como mentales. La mutación se daba espontáneamente después de una severa exposición a la radiación "blanca". La doctora utilizó especies animales para probar el efecto de esta mutación y en general el resultado aparente era una malformación epidérmica ocasionando el adelgazamiento de la piel y la simplificación de las facciones. Por un momento la doctora pensó que esto podría ser peligroso para su comunidad, ya que podrían quedar indefensos ante las radiaciones exteriores. Sin embargo su afán por la investigación la llevó a alimentar en una de las supercomputadoras del centro el holograma de la nueva molécula de ADN. La doctora programó la supercomputadora para que determinara qué otros efectos tendría el que un individuo sufriera de esta mutación en sus moléculas. La supercomputadora trabajó varios días y finalmente completó la lista de posibles características ocasionadas por esta molécula. La doctora revisó minuciosamente la lista, fascinada con la similitud biológica del nuevo individuo. Sin embargo quedó estupefacta al encontrar la siguiente información en el reporte:
Jamás había visto una respuesta de la supercomputadora como ésta, ya que generalmente las respuestas eran bastante específicas. Su naturaleza la hizo crear un plan para descubrir a qué se refería la supercomputadora. La única manera de saber cuales podrían ser las consecuencias de esas reacciones químicas en el cerebro era someterse personalmente a la mutación. Preparó meticulosamente el equipo necesario para llevar a cabo su experimento. Redactó en un informe todos sus descubrimientos, por si algo salía mal. Sabía que podría morir pero la idea no era lo suficientemente fuerte como para contrarrestar su pasión por lo desconocido. Sin embargo como una precaución sólo aplicaría la radiación sobre una región de su cuerpo. Una vez que todo estuvo listo comenzó la aplicación de la radiación "blanca". Al final de la prueba se palpó y se dió cuenta de que efectivamente su cuerpo había cambiado de forma. Había adquirido una apariencia muy suave. Sin embargo esto no le sorprendió porque la supercomputadora ya le había dado una lista completa de los cambios físicos que sufriría.
Lo que realmente la sorprendió fue un aparente estado de excitación que no había experimentado nunca. Pensó que a eso se referían los patrones de conducta no conocidos. Sin embargo su sorpresa fue indescriptible cuando, al ir a informar a su superior de su descubrimiento, sintió una extraña reacción química que hizo palpitar su corazón más aprisa, sudar sus manos, confundir sus ideas. Sentía una profunda necesidad de estar más cerca de su superior. De tocarlo. Por primera vez en su vida, tenía un sentimiento por alguien. Había olvidado por completo cual era la razón de estar ahí. Obviamente su superior quedó bastante extrañado al reconocer en la conducta de la doctora una gran irregularidad. Recomendó que la supercomputadora encontrara la forma de invertir la mutación a fin de restablecer los efectos que había ocasionado en la doctora.
Sin embargo la doctora sentía morir de felicidad. A pesar de que no era correspondida en su sentimiento, sentía, y eso era lo importante. Una y otra vez se negó a ser sometida a la inversión de la mutación. Dijo estar documentando los efectos de la mutación a través de sus propios pensamientos. Explicó cómo eso significaba un avance para la civilización lo cual le valió una prórroga para la ejecución de la inversión.
Por años la doctora experimentó una y otra vez sentimientos nuevos: amor, dolor, tristeza, pasión, alegría, etc. Pero poco a poco fue decayendo debido a que no era correspondida por ningún otro individuo. Con el tiempo los sentimientos negativos comenzaron a predominar y fue entonces cuando concibió su plan maestro...
Poco tiempo antes de que toda la población fuese transportada a la colonia espacial, la doctora escribió unas líneas en la supercomputadora y salió a caminar sin rumbo. No se fue con los demás. Se quedó en su planeta, caminó y caminó hasta que salió de la plataforma de la mantenía en la frontera segura donde su sol no le afectaría, sin embargo no le importó. Caminó hasta que poco a poco las radiaciones comenzaron a bombardear su cuerpo y convertirlo en millones de moléculas, moléculas con el material genético de la doctora.
Con el tiempo el planeta fue alcanzado por el cometa tal y como se había predicho. La colisión destruyó todo vestigio de civilización. La colonia espacial logró escapar del radio de peligro a tiempo y se perdió en el universo.
Millones de años después la comunidad científica del planeta azul se conmueve con una nueva teoría acerca del origen de la vida: "Un cometa chocó con el planeta originando trastornos atmosféricos importantes. Posiblemente el cometa había recogido a lo largo de su viaje infinito moléculas esenciales para la formación de la vida. El origen de estas moléculas jamás podrá ser determinado."
* Derechos de autor del autor. Publicado en Ficticia con permiso del autor, el: 02/Sep/00