Entusiasta de las letras, escritor en ciernes, ilustrador de cotidianeidades o alfabeta funcional según sea el caso.

Iconoclasta berrinchudo, norteño ex -vagabundo con cuarenta años de marco referencial y una colección de datos inconexos que se manifiestan de manera arbitraria por no llamarle demencial.

 

Discípulo de la buena fortuna, aprendiz de brujo y neurótico profesional.

 

A veces se me permite dar clases relacionadas con el guionismo y la apreciación de cine.

 

Actualmente formo parte junto con Cristina, Ithan y Victoria de la construcción de una Familia, la aventura más intensa y divertida que alguna vez haya conocido.

               Llevo por edípica costumbre el nombre de mi padre, soy chihuahuense de nacimiento y lagunero por convicción. Al momento mi edad (26 años) raya en la media del estadio incómodo: demasiado grande para andarse con mamadas pero muy corto aún para ser considerado como socialmente responsable.

               Es quizá la falta de prudencia la que me ha invitado el día de hoy a hacer público lo que escribo, así como las sugerencias de algunos amigos y las ganas de vencer algo semejante a un temor-complejo-pedo interno que a ratos se hace presente.

               Mi intención primera al escribir es ilustrar cotidianeidades. Me gusta la lectura ligera, amigable... esa que se puede leer de una sentada. Si en algún momento lo que escribo invita a una reflexión profunda me sentiré sumamente extrañado, pero complacido.

 

Publica por primera vez en Ficticia el: 01/Oct/00