Vasconcelos, José Luis

Envíale e-mail

               José Luis Vasconcelos (alias Mandrágora Tafoya) es conocido en Tohyrev por su afición desmedida a platicar cosas que no son ciertas. Durante los primeros meses de su estancia, en ese lugar, fue obligado a soportar un acucioso interrogatorio, en el cual fue orillado a renunciar a viejas verdades.

               Los tohyrevianos no soportan las verdades a medias, así que tuvo que decir mentiras verdaderas para no perder su pasaporte. Afirmó, tajantemente, frente a las autoridades migratorias que desde temprana edad había sentido una afición enfermiza por la lectura del Tarot y el dibujo orgásmico.

               También acotó que gustaba de sentarse frente a un viejo muro, en la primera casa sola que rentaron sus padres para que el pequeño pudiese andar desnudo sin que nadie le molestara. Frente al muro sus ojos arañaban historias y prefería concentrarse en la parte inferior del mismo. Ahí veía ciudades y descubría rostros.

               Con el paso del tiempo, dijo, fue aficionándose a buscar imágenes en los techos o en las vigas maltrechas de cualquier casa vieja. Así que cuando fue poseedor de su propia recámara le daba por encerrarse para ver el tirol del techo y las diversas formas que las sombras creaban por pura diversión.

               A veces, cuando el sol estaba a punto de cederle el paso a la noche, sentía una ansía desmedida por echarse a correr, por salir huyendo y conocer lugares que fueran diferentes a su entorno nativo.

               Así salió un día, y fue a parar hasta Leyenda Negra, no sin antes pasar un temporada inolvidable en Nigthmare city y luego fue hacia Tohyrev, donde habitó un período de tiempo considerable.

               Una de sus actuales ocupaciones es la de fabricar pequeños teatros, minúsculos escenarios donde los niños pueden representar historias varias en la comodidad de su hogar o rincón favorito. A pesar de que esta actividad no le deja ganancias millonarias, le permite vivir sin estrecheces.

               Por temporadas le entra una fiebre por coleccionar tarjetas Ladatel, así que sale por las mañanas o por las noches y busca acuciosamente una tarjeta olvidada en cada caseta telefónica. Así ha logrado reunir bastantes de esos pequeños rectángulos, colección que viene a engrosar la buena cantidad de objetos similares que ya había logrado acumular durante su estancia en Leyenda Negra.

               Siente una profunda admiración por los clásicos, sobre todo por Arcano Imperii, Juan de la Cruz Golemski y Licea Procuna.

               Su vida transcurre en calma.

 

 Sus cuentos en Ficticia:
  Clarita
Hospital/Casa de la Risa
  Déjame ver el sol
Iglesia/Helenismo
  Una extraña flor color malva que brota del muro
Estadio/Arena de Box

 


 MapaÍndices AntologíaComunidadParticipa
 Índice de temasÍndice por autoresEl PortalLo Nuevo

 

Publica por primera vez en Ficticia el: 06/Nov/00